sábado, 25 de agosto de 2007

LA CURVA PERFECTA!

Los surfistas se pasan la vida buscando la ola perfecta, la gran ola que de sentido a sus vidas. Los motoristas buscamos la curva perfecta, esa en la que máquina, hombre y carretera se unen en uno solo. Durante este periodo de tiempo vuelas, no sientes nada, es una sensación de paz total, entras en un nirvana impresionante que ojalá no terminase nunca...
Yo tengo la mía, mi "curva" perfecta. Para llegar a ella hay que pasar por uno de los lugares míticos de los moteros, el puerto de la Cruz Verde un lugar donde se reunen centenares de moteros desde siempre para compartir su pasión, las motos. Desde aquí sale una carretera cuyo final es Ávila. Después de dejar atrás, tras una leve subida, el mítico puerto se nos presenta un paraíso inenarrable de curvas que bordean la sierra de Gredos. Con un asfalto espectacular bajamos enlazando curvas de 90º a izquierda y derecha todo un lujo para los sentidos. Las curvas no se terminan nunca y nuestra moto se va creciendo más y más mientras apuramos nuestros límites en cada frenada. Seguimos bajando hasta que la vegetación nos engulle por un bosque verde, testigo mudo de nuestras andanzas y a quien nuestros escapes rompen su tradicional calma. Ya queda poco, nos quitamos a los enlatados y domingueros que proliferan en días soleados. Necesitamos llegar sin nadie delante para poder trazar libres y con calma. La vegetación de los bordes de la carretera desaparece, la carretera rompe la montaña y abre una garganta de rocas por la que empezamos a divisar el principio de la "curva". Entramos a derechas, es ciega, sin mucha confianza empezamos a tumbar con dos dedos en el freno delantero y la mirada buscando el final del desfiladero donde retorna el paisaje de pinos. Salimos de la garganta, la "curva" continúa en una ligera pendiente, es eterna, con el cuerpo fuera de la moto, empezamos a relajarnos, no se escucha el bramar del motor, ni el aire, no sentimos nada... Hemos entrado en el Nirvana..... La "curva" se empieza a cerrar mientras la carretera pica al cielo. Sacamos más el cuerpo,inclinamos un poco más y seguimos trazando. Poco a poco vemos el final de la "curva", enderezamos la moto y aceleramos.... Las curvas siguen hasta Navas del Marqués, pero no son iguales, son sólo curvas...
Hacemos muchos kilómetros hasta llegar a nuestra "curva". Es una sensación que dura sólo un instante, apenas unos metros , sólo pasamos una vez, pero merece la pena... Muchos han caído en esa "curva", los ramos de flores nos lo recuerdan cada vez que pasamos por allí.
Seguiremos pasando por nosotros y por los que ya no pueden.
UV'S

miércoles, 22 de agosto de 2007